Qué ocurre después de la eyaculación

Qué ocurre después de la eyaculación

¿Qué ocurre después de la eyaculación? La eyaculación suele ocurrir después de un orgasmo, pero hay veces en las que no es así. ¿Son patologías distintas? ¿Es necesario acudir a un especialista? Veamos qué puede estar ocurriendo.

Para empezar, necesitaremos saber un poco acerca de la eyaculación. ¡Empecemos!

La eyaculación

Cuando hablamos de eyaculación, estamos hablando de la liberación del semen. Esto es distinto del orgasmo, que se refiere a la liberación de la tensión sexual acumulada. Normalmente, la eyaculación sucede tras el orgasmo.

Centrándonos en la eyaculación, vamos a ver primero cuál es el recorrido que sigue desde que se crean los espermatozoides hasta que éstos son expulsados al exterior.

El semen comienza a crearse en los testículos, y cuando se crean, se acumulan allí. Con la excitación y el acercamiento al orgasmo, el semen llega hasta el conducto eyaculatorio pasando por las siguientes estructuras: conducto deferente y cordón espermático. Así, después de atravesar la próstata, el semen se expulsa al exterior a través de la uretra.

Pero… ¿Qué ocurre después de la eyaculación? ¿Puede haber orgasmo sin eyaculación? ¿Y eyaculación sin orgasmo?

Qué ocurre después de la eyaculación

La respuesta a las preguntas anteriores es sí. Sin embargo, por el título, ya podréis estar adelantando que la información no es precisamente positiva.

¿Lo que ocurre en las situaciones anteriormente mencionadas son problemas sexuales? La eyaculación retrógrada, cuya descripción coincide con el orgasmo sin eyaculación, sí se trata de un problema sexual. La eyaculación involuntaria, que es la eyaculación sin orgasmo, no se trata de un problema, sin embargo.

Si quieres conocer más información sobre la eyaculación involuntaria, puedes leer este artículo y quedarte más tranquilo. ¡No te debes de estresar por ello!

Sobre la eyaculación retrógrada, lo que ocurre es que en el recorrido que va desde los testículos hasta la uretra, el semen se pierde. Bueno, ¡no es que se pierda! Sabemos perfectamente hacia dónde se dirige. En este tipo de problemas sexuales, el semen se vierte en la vejiga en vez de expulsarse. Es por eso que, en la próxima micción, podemos ver el líquido algo turbio o mezclado con una sustancia blanquecina, que es el semen.

 Si te interesa conocer algo más a fondo, lee sobre la eyaculación retrógrada.

Cómo recuperar la vida sexual

Cómo recuperar la vida sexual

¿Necesitas saber cómo recuperar la vida sexual tras haber tenido algún trastorno sexual? ¿No sabes cómo asumir el problema y necesitas algunos consejos? En Take Control podemos ayudarte. ¡Sigue leyendo!

Tipos de problemas

Hay numerosos problemas que pueden afectarnos y convertirse en problemas sexuales. Ejemplos de cómo un problema cotidiano puede transformarse en un trastorno lo tenemos en la ansiedad, en los problemas de pareja, en el estrés continuado o en mantener una vida sedentaria durante mucho tiempo.

Algunos de los problemas sexuales que existen son los siguientes:

  • Eyaculación precoz. Es la incapacidad para controlar el reflejo de la eyaculación, y está causada en mayor medida por problemas de ansiedad. No obstante, también existen algunas causas orgánicas que podrían provocarlo. Se trata de un trastorno bastante frustrante y, también, muy frecuente: uno de cada tres personas con pene lo tienen a lo largo de su vida. También es el problema sexual que mejor tasa de recuperación tiene, siempre y cuando te acompañes de un profesional para su tratamiento.
  • Disfunción eréctil. Se trata de la incapacidad de mantener una erección lo suficientemente rígida como para mantener una relación sexual satisfactoria. Sus causas varían entre la ansiedad, los problemas del estado de ánimo y los episodios traumáticos.
  • Poca o mucha eyaculación. La hipospermia e hiperespermia, respectivamente, son problemas relacionados con el volumen de semen que se expulsa.
  • Eyaculación asténica. Se trata de una eyaculación que ha perdido fuerza, por eso también recibe el nombre de eyaculación babeante. Normalmente tiene que ver con alguna condición orgánica, como problemas con los niveles hormonales o efectos secundarios de algunos medicamentos.

 

Recuperar la vida sexual

Si después de haber superado tus problemas sexuales sientes que recuperar la vida sexual te pone un poco nervioso o no sabes bien como empezar, no debes preocuparte: la mayoría de personas pasan por el mismo escenario que tú.

¿Cómo hago para recuperar la vida sexual después de los problemas sexuales? ¿Puedo hacerlo de inmediato?

Lo cierto es que puedes hacerlo de forma tan inmediata (excepto si has sido atendido por un profesional de la Medicina y te ha dicho lo contrario) como tú te sientas. Es decir, necesitas darte un tiempo primero, es completamente aceptable y válido. Si necesitas ir poco a poco y quieres algunos consejos, en Take Control podemos ayudarte:

  • Utiliza la comunicación asertiva. Tu(s) pareja(s) conocerán así cómo te sientes y si seguir hacia delante, ir más lento o pausar la relación sexual. Ser capaz de expresarnos es un elemento fundamental para que los demás también puedan conocer nuestra inseguridad y necesidad de ralentizar la situación. Te permitirá ir, también, a tu ritmo y no acelerar nada que después pueda resultar incómodo.
  • Duerme bien y realiza ejercicio físico. Eso ayudará a tu organismo a estar preparado para la situación y tener más recursos para afrontar el estrés y la ansiedad que nos pueda provocar el primer acercamiento a recuperar la vida sexual.
  • Prueba en privado. Para ganar seguridad, siempre puedes tener los primeros acercamientos a estímulos eróticos estando solo. Tú mismo te marcarás el ritmo, quizás quieras llegar a la masturbación o simplemente alimentar a tu cerebro con estímulos eróticos. ¡Tú mandas y marcas el ritmo!

 

Recuerda que no tienes que enfrentarte a la situación a no ser que te sientas preparado o con ganas de ello. Si te presionas a ti mismo, solo ganarás ansiedad y retrocederás todo el camino que ya has realizado. ¡Escúchate a ti mismo!

Cambios sexuales a partir de los 50 años

Cambios sexuales a partir de los 50 años

Los hombres sufren diversos cambios sexuales a partir de los 50. A partir de esta edad, comienza a suceder una disminución de los niveles de testosterona, que conllevará una serie de alteraciones en el cuerpo e incluso en el estado de ánimo.

La testosterona y su papel clave en los cambios sexuales a partir de los 50

A partir de los 40, los cuerpos de los hombres comienzan a sufrir una serie de cambios que se harán más evidente a los 50. Entonces, es habitual que los hombres comiencen a fabricar menos testosterona como consecuencia del envejecimiento. Entre un 5% y un 20% de los hombres, sufrirá este descenso en los niveles de testosterona.

¿Qué cambios conllevará esto en la salud sexual de los hombres? Pueden ocurrir cambios de gran importancia.

La disminución de la testosterona puede llevar a la falta de deseo sexual (deseo sexual hipoactivo) o a la incapacidad para mantener una erección firme (disfunción eréctil) durante una relación sexual. Esos son los dos síntomas más frecuentes, pero podrían aparecer otra serie de consecuencias:

  • Cansancio físico
  • Tendencia a la depresión
  • Mayor concentración de grasa visceral
  • Disminución de la masa muscular y de la fuerza 

¿La andropausia es real?

Sí, la andropausia es el nombre que se le ha dado a estos cambios sexuales a partir de los 50.

Dado que los hombres no están acostumbrados a ir a especialistas, como podrían estar, por ejemplo, las mujeres acostumbradas a ir al ginecólogo, es importante que tengamos conciencia en esta edad. El seguimiento del hombre en su ámbito sexual es necesario para que cualquier problema sexual sea diagnosticado cuanto antes.

¿Podemos realizar algún tipo de prevención? Si bien no existe una manera de prevenir este descenso de la testosterona, pues es una consecuencia natural del envejecimiento, sí podemos estar atentos a cuando esto ocurra para poner remedio.

Es recomendable, por ejemplo, prestar atención a los niveles de azúcar, colesterol, la presión arterial… Como método de prevención, tanto para controlar estos niveles, como para tratar de alargar el descenso de la testosterona, se relaciona con hábitos saludables. Algunos ejemplos podrían ser mantener la sexualidad activa, realizar ejercicio físico y evitar ingerir drogas y alcohol. Además, es muy importante cuidar nuestra dieta.

Tratamiento para el descenso de la testosterona

Hay diferentes métodos para tratar este descenso. Se hace a través de tratamientos sustitutivos de la testosterona, ya sea mediante inyección o gel. Sin embargo, está contraindicado para algunas sintomatologías: cáncer de próstata, exceso de glóbulos rojos en sangre, insuficiencia cardiaca e insuficiencia hepática.

Para controlar esta situación, es necesario acudir a los profesionales. En este caso, lo más adecuado sería contar con la ayuda de los profesionales de la andrología.

Falta de deseo sexual

Falta de deseo sexual

La falta de deseo sexual es conocido en Sexología como “deseo sexual hipoactivo”. Se trata de un trastorno que, a pesar de lo que la sociedad trata de dictar con sus estereotipos, también afecta a los hombres.

¿Te gustaría conocer en profundidad qué es? ¿Sus causas y sus síntomas? Prepárate para descubrirlo.

Qué es la falta de deseo sexual

La falta de deseo sexual, o el deseo sexual hipoactivo, es la falta de motivación e interés por mantener relaciones sexuales y en cuanto a fantasías. Esto es fácilmente localizable en las personas estudiando, por ejemplo, cuál era su comportamiento normal de masturbación y si ha disminuido notablemente o no.

Se conoce, a través de la investigación, que este problema sexual afecta alrededor del 10-15% de los hombres.

Ante esta situación, normalmente las personas no verbalizan lo que están ocurriendo. Es por eso que, al encontrarse en pareja, recurren a poner excusas para no pasar por situaciones que pudieran dar lugar a una relación sexual. Una de estas situaciones podría ser, por ejemplo, el momento de irse a la cama. Tenderá a evitar irse juntos para no pasar por ninguna situación que le incomode.

Este problema sexual tiene dos formas de comienzo:

  • Primaria. Ocurre de toda la vida. Durante la adolescencia el deseo está mermado en comparación con el resto de adolescentes. Este problema sexual se hace más notable en la edad adulta, pues disminuye aún más el deseo sexual.
  • Secundaria. Tras haber disfrutado de un deseo sexual normal, el interés de una persona por el sexo y los estímulos sexuales decae.

Causas del deseo sexual hipoactivo

La falta de deseo sexual, como otros problemas sexuales, puede comenzar por causas orgánicas o por causas psicológicas.

Entre las causas orgánicas podemos encontrar alteraciones hormonales y enfermedades crónicas y metabólicas. Además, como ocurre con la eyaculación precoz, hay algunos fármacos que afectan directamente a este problema, reduciendo la motivación y el interés por los estímulos sexuales.

Entre las causas psicológicas de este problema sexual, encontramos trastornos del estado de ánimo como la depresión o la ansiedad. La fatiga y el cansancio, los problemas de pareja y la monotonía también afectan a la falta de deseo sexual.

Sin embargo, lo más habitual es que este trastorno subyaga a otro trastorno sexual, como puede ser la disfunción eréctil. ¿Por qué? Bien: a medida que evitamos una y otra vez cualquier encuentro sexual, al tener miedo a no cumplir las expectativas o no conseguir una erección firme, condicionamos nuestro cuerpo. ¿Qué quiero decir con esto? Que nuestro cuerpo se acomoda a lo fácil: para evitar el fracaso, evitamos cualquier situación en la que haya un estímulo sexual. Así, conseguimos que nuestro cuerpo no reaccione ante el deseo: lo dormimos.

Tratamiento 

El tratamiento falta deseo sexual debe hacerse con psicólogos especializados en Sexología.

En primer lugar, se estudiará que no exista ningún problema orgánico. El tratamiento falta deseo sexual consistirá en la erotización y reeducación de los estímulos sexuales, para conseguir reactivar el deseo sexual. Por supuesto, para que esto sea efectivo, lo primero es que la persona quiera reactivar su deseo sexual.