La falta de deseo sexual es conocido en Sexología como “deseo sexual hipoactivo”. Se trata de un trastorno que, a pesar de lo que la sociedad trata de dictar con sus estereotipos, también afecta a los hombres.

¿Te gustaría conocer en profundidad qué es? ¿Sus causas y sus síntomas? Prepárate para descubrirlo.

Qué es la falta de deseo sexual

La falta de deseo sexual, o el deseo sexual hipoactivo, es la falta de motivación e interés por mantener relaciones sexuales y en cuanto a fantasías. Esto es fácilmente localizable en las personas estudiando, por ejemplo, cuál era su comportamiento normal de masturbación y si ha disminuido notablemente o no.

Se conoce, a través de la investigación, que este problema sexual afecta alrededor del 10-15% de los hombres.

Ante esta situación, normalmente las personas no verbalizan lo que están ocurriendo. Es por eso que, al encontrarse en pareja, recurren a poner excusas para no pasar por situaciones que pudieran dar lugar a una relación sexual. Una de estas situaciones podría ser, por ejemplo, el momento de irse a la cama. Tenderá a evitar irse juntos para no pasar por ninguna situación que le incomode.

Este problema sexual tiene dos formas de comienzo:

  • Primaria. Ocurre de toda la vida. Durante la adolescencia el deseo está mermado en comparación con el resto de adolescentes. Este problema sexual se hace más notable en la edad adulta, pues disminuye aún más el deseo sexual.
  • Secundaria. Tras haber disfrutado de un deseo sexual normal, el interés de una persona por el sexo y los estímulos sexuales decae.

Causas del deseo sexual hipoactivo

La falta de deseo sexual, como otros problemas sexuales, puede comenzar por causas orgánicas o por causas psicológicas.

Entre las causas orgánicas podemos encontrar alteraciones hormonales y enfermedades crónicas y metabólicas. Además, como ocurre con la eyaculación precoz, hay algunos fármacos que afectan directamente a este problema, reduciendo la motivación y el interés por los estímulos sexuales.

Entre las causas psicológicas de este problema sexual, encontramos trastornos del estado de ánimo como la depresión o la ansiedad. La fatiga y el cansancio, los problemas de pareja y la monotonía también afectan a la falta de deseo sexual.

Sin embargo, lo más habitual es que este trastorno subyaga a otro trastorno sexual, como puede ser la disfunción eréctil. ¿Por qué? Bien: a medida que evitamos una y otra vez cualquier encuentro sexual, al tener miedo a no cumplir las expectativas o no conseguir una erección firme, condicionamos nuestro cuerpo. ¿Qué quiero decir con esto? Que nuestro cuerpo se acomoda a lo fácil: para evitar el fracaso, evitamos cualquier situación en la que haya un estímulo sexual. Así, conseguimos que nuestro cuerpo no reaccione ante el deseo: lo dormimos.

Tratamiento 

El tratamiento falta deseo sexual debe hacerse con psicólogos especializados en Sexología.

En primer lugar, se estudiará que no exista ningún problema orgánico. El tratamiento falta deseo sexual consistirá en la erotización y reeducación de los estímulos sexuales, para conseguir reactivar el deseo sexual. Por supuesto, para que esto sea efectivo, lo primero es que la persona quiera reactivar su deseo sexual.